Mientras que la marca da la continuidad, las temporadas introducen cambios. Las múltiples colecciones efímeras tienen que reactualizar una identidad de la marca perdurable en el tiempo. El plan de colección tiene que integrar estos dos conceptos: continuidad y cambio.
Este plan se consigue analizando datos internos (cuantitativos y cualitativos) y datos externos (evolución del mercado y de la competencia directa).
La elaboración del plan de colección tiene dos fases:
En la primera, el plan de colección refleja la segmentación de la colección, su posicionamiento en términos de precios y de clientes. Sirve a los equipos de diseño para dibujar la colección.
El plan establece los números de modelos y de temas, el peso de cada categoría de productos, la repartición en el tiempo, los productos importantes, los que hay que repetir, los que no, los productos que hay que desarrollar, etc… También establece objetivos de precios de venta, de coste y volúmenes de fabricación esperados, etc. En esta fase, el feedback de la colección anterior es esencial para concebir el nuevo plan.
En la segunda parte, una vez la colección está creada, se recopila toda la información de la colección: dibujos, colores, tallas, tejidos, precios, cuantidades, temas, precios definitivos, etc. Este documento sirve a todos los departamentos de la empresa para seguir la elaboración de la colección, la fabricación de los productos y la rentabilidad del proceso.